body>

Situado en una antigua casa de piedra en el corazón del pueblo con encanto de Peratallada, el Restaurante Candelaria nace en 1995. Poco después pasa a manos de la propietaria Anahí Metola quien después de veinte y cinco años lo traspasa a Santi Salvadó , quien la abre el 2019 con un nuevo nombre: DO Candelaria Tapas.

Junto a él empiezan Nacho, el cheff, un ingeniero q dejó de ejercer para hacer de su hobbie su profesión, y su mujer, Marta, responsable de sala, que además decora con sus obras las paredes de la Candelaria. Dos años después cogen el relevo y continuan el proyecto, cumpliendo así, su sueño, llevar las riendas de un restaurante en la Costa Brava.

Con la particular decoración del DO Candelaria Tapas se quiere crear un ambiente acogedor y relajado y ofrece al cliente un servicio atento pero a la vez distendido.

Con esta filosofía de trabajo, tanto de la cocina como de la sala, el DO Candelaria Tapas convierte en un lugar que evoluciona, que crece y que pone el listón un poco más arriba cada día y que disfruta haciéndolo.

Situado en una antigua casa de piedra en el corazón del pueblo con encanto de Peratallada, el Restaurante Candelaria nace en 1995. Poco después pasa a manos de la propietaria Anahí Metola quien después de veinte y cinco años lo traspasa a Santi Salvadó , quien la abre el 2019 con un nuevo nombre: DO Candelaria Tapas.

Junto a él empiezan Nacho, el cheff, un ingeniero q dejó de ejercer para hacer de su hobbie su profesión, y su mujer, Marta, responsable de sala, que además decora con sus obras las paredes de la Candelaria. Dos años después cogen el relevo y continuan el proyecto, cumpliendo así, su sueño, llevar las riendas de un restaurante en la Costa Brava.

Con la particular decoración del DO Candelaria Tapas se quiere crear un ambiente acogedor y relajado y ofrece al cliente un servicio atento pero a la vez distendido.

Con esta filosofía de trabajo, tanto de la cocina como de la sala, el DO Candelaria Tapas convierte en un lugar que evoluciona, que crece y que pone el listón un poco más arriba cada día y que disfruta haciéndolo.